Poco después de la revolución neolítica, se introdujo el riego, la rotación de cultivos y los fertilizantes, y en los últimos 200 años, a partir de la revolución agrícola británica, la agricultura se desarrolló a un ritmo mucho más rápido.

En una economía de autoconsumo, era necesario practicar el policultivo. Es decir, se sembraban especies diferentes para tener la mayor variedad en la alimentación familiar. Destacaban los cereales, las legumbres, el olivo, la vid, las hortalizas y verduras y los árboles frutales.

La agricultura se transformó con el uso de técnicas mejoradas y la difusión de plantas de cultivo, incluida la introducción en la Península Ibérica, por al-Ándalus, de cultivos como la caña de azúcar, el arroz, el algodón y árboles frutales como la naranja. Después de 1492, se trajo cultivos de las Américas a España y Portugal, como el maíz, patata, batata y mandioca, y por otro lado se introdujeron cultivos del Viejo Mundo en América, como el trigo, cebada, arroz y nabos, así como ganado, incluyendo caballos, ganado vacuno, ovejas y cabras.

Como no había fertilizantes, la manera natural de hacer que la tierra adquiriera mayores nutrientes de manera natural era dejándola en reposo o barbecho. Pero ¿en qué consistía este procedimiento?

La técnica del barbecho se basaba en la rotación de cultivos. Es decir, una misma parcela se dividía en dos (rotación bienal) o en tres partes (rotación trienal). En el caso de la bienal, la mitad de la parcela se dedicaba normalmente al cultivo de cereales como el trigo y la otra se dejaba descansar durante todo el año. Al año siguiente, la parte en barbecho había adquirido una mayor calidad gracias a la lluvia, el sol, los pequeños animales… de manera que se producía un cambio, pues ese trozo se cultivaba y la parte que lo había estado el año anterior pasaba a estar en descanso. Ahora bien, según se fueron perfeccionando las técnicas, se desarrolló la rotación trienal. Esta producía el mismo fenómeno, pero con una triple partición: cereales, legumbres y barbecho.

Algunos de los instrumentos que se empleaban eran la guadaña, la hoz, el rastrillo, las tijeras de podar o la pala.